Escrito en yahoo
Hace ya algunos meses apareció un perro o un gato, no recuerdo bien, en los telediarios. Se hizo famoso durante unos días, como sucede con todo en este mundo tan etéreo. Fue noticia porque en la víspera de la muerte de un anciano, el bicho se paraba en la puerta de la habitación y el anciano poco después moría.
Como solemos ser más rápidos para hablar que para pensar, el pobre animal en cuestión fue puesto a parir. Que si animal maldito, animal de mal agüero, demoniaco, etcétera. Después, usando la lógica, el análisis y el conocimiento se llegó a la conclusión, o al menos lo hago yo, de que las personas (mamíferos) cuando estamos próximos a la muerte sufrimos una serie de cambios fisiológicos, bioquímicos, hormonales, etcétera, que no son perceptibles para los seres humanos pero sí para los animales sobre todo por ese sexto sentido que tan desarrollado lo tienen. En cambio nosotros, a más “civilización” menos intuición. Hemos perdido muchísimo de ese sexto sentido.
En el caso de los perros que detectan las crisis diabéticas yo creo que sí lo hacen a través del olfato, aunque nunca se sabe. Alguien podría decirme que no es posible que cuando en una persona empiecen a bajar sus niveles de glucosa, aún de forma imperceptible para ella misma, no sucedan cambios fisiológicos o “energéticos” que se manifiesten en forma de campos energéticos o electromagnéticos que el perro detecte. ¿Quién me puede decir que esto no es posible?
Les dejo el link de la noticia que me ha parecido muy buena. Perros detectores de crisis diabéticas
Por Carlos Gutiérrez